Hoy, 16 de diciembre de 2023, hace un año, escribí esta oración en mi diario. Si estás en una de esas épocas en las que las lágrimas son las únicas palabras que puedes pronunciar, espero que estas palabras le den esperanza a tu alma cuando entres en Su presencia hoy.
Padre, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Enséñame a orar según Tu voluntad, Tus deseos, Tu plan y Tus propósitos. Enséñame a orar. Enséñame a querer las cosas que Tú quieres. Padre, ayúdame a buscar la justicia. Te amo. Ayúdame a cumplir Tus mandamientos. Gracias por el Espíritu Santo que mora conmigo y vive en mí. Padre, Tú eres mi paz. Tú eres mi refugio. Enséñame a descansar en Ti. Estoy tan lejos de entrar en Tu descanso. Estoy tan lejos de comprender verdaderamente Tu amor. Estoy tan lejos de estar bien contigo, pero Tú, oh Señor, me has salvado. Me has dado a Jesús. Me has marcado con Tu sangre. Me has dado Tu Espíritu. No soy nada sin Ti. Pero en Ti, tengo todo lo que necesito. Tú eres fiel y Tu misericordia me ha inundado. Padre, enséñame a deleitarme en Ti. Enséñame a orar. Enséñame a amarte como Tú mereces.
Padre, llévame al lugar profundo de la entrega, donde el descanso es el lugar desde donde opero.
Llévame al lugar profundo de la entrega donde te amo más que a cualquier otro.
Padre, llévame al lugar profundo de entrega donde crea cada palabra que has dicho.
Padre, llévame al lugar profundo de la entrega donde cada necesidad que tengo y todo lo que busco se encuentra solo en Ti.
Padre, llévame al lugar profundo de entrega donde confío en Ti.
Padre, llévame al lugar profundo de la entrega donde sólo te temo a Ti.
Padre, llévame al lugar profundo de entrega donde Tú eres todo lo que quiero.
Padre, llévame al lugar profundo de entrega que me mantiene dentro de tu voluntad completa y perfecta.
Padre, llévame al lugar profundo de entrega que me hace estar tan muerto a mí mismo y completamente vivo y resucitado en Ti.
Padre, llévame al lugar profundo de entrega que elimina de mi vida todo lo que no está en Tu perfecta voluntad.
Padre, Tú eres todo y todo.
Enséñame a caminar de la mano contigo, a tu ritmo, queriéndome solo a ti y nada más. Lléname de sabiduría. Háblame con claridad. Enciéndeme y refíname para que sea todo lo que Tú me has creado para ser para Tu gloria.
A veces, Dios responde nuestras oraciones de las maneras más inesperadas e indeseadas. Lo que parece una pérdida es, con mayor frecuencia, el derrumbe de todo fundamento falso y el proceso de restauración. No temas, porque Él está contigo. Tus lágrimas son santas ante Él mientras tu corazón se transforma en Su lugar de descanso.
"Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú." - Mateo 26:39
“Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.” – Salmo 147:3
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